La ‘guerra de los narcos’ deja 25 ajustes de cuentas en los dos últimos años en la Costa del Sol. Los investigadores tienen identificados hasta quince clanes mafiosos –cada uno de una nacionalidad- ocultos en la provincia de Málaga. Los dos últimos asesinatos a tiros (el del viernes en Marbella y del jueves en Mijas) siguen, de momento, sin que se hayan producido detenciones.

Tras los importantes golpes que Policía Nacional y la Guardia Civil han asestado en la primera mitad del año con la detención de sicarios, capos y la desarticulación de bandas criminales dedicadas al narcotráfico, se ha producido un repunte en la segunda mitad del año.

2019 comenzó con el asesinato de un empresario de la noche a las puertas de su casa en Marbella. En septiembre, dos crímenes más -con armas de fuego- en Marbella y Fuengirola. A finales de octubre un cadáver acribillado con 14 disparos hallado en la cuneta de la A-7 entre Marbella e Istán. El pasado viernes un ciudadano árabe murió tras recibir dos disparos, otro permanece hospitalizado. Ocurrió también en Marbella. Y el suceso de este jueves: un ciudadano irlandés de 39 años. El cadáver presentaba dos impactos de bala. Le abordaron en su coche de alta gama cuando llegaba a su casa en la urbanización Riviera del Sol, en Mijas.

La lista se completa con 22 casos contabilizados el pasado año y vinculados directamente con esa guerra entre narcotraficantes que dejaron asesinatos, secuestros, explosiones de artefactos a las puertas de casas de lujo y naves. Algunos resueltos y otros pendientes. Actúan sin escrúpulos. Disparos a quemarropa y les da igual si es en plena calle a la vista de ciudadanos o captados por las cámaras de seguridad.

Policía Nacional y Guardia Civil (según la localidad donde se produce el crimen) llevan las investigaciones. Y ahí radica parte del problema. Los sindicatos policiales consideran imprescindible un cuerpo policial estatal unificado, por ejemplo, para compartir las bases de datos tal como ha explicado en la SER Mariló Valencia, la secretaria provincial del Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP) en Málaga.

Según fuentes del Ministerio del Interior, hasta quince clanes mafiosos, cada uno de diferentes nacionalidades, se ocultan en la provincia de Málaga. Son grupos reducidos lo que les permite pasar desapercibidos. Todas dedicadas al narcotráfico. Muchos de sus integrantes huyen de sus países donde tienen delitos pendientes. Operan desde urbanizaciones de lujo. Protegidos con fuertes medidas de seguridad. Asesinatos que han disparo, en el último ejercicio, las estadísticas de criminalidad de la provincia.